El coste total de propiedad de un sistema basado en IP es inferior al de un sistema analógico.Aunque las cámaras analógicas son más baratas, los costes de instalación que implican y los carísimos equipos de DVR hacen decantar la balanza a favor de las cámaras IP.
En una encuesta independiente entre integradores realizada en 2010, se compararon presupuestos de sistemas analógicos y sistemas basados en IP para establecimientos con 14, 25 y 40 cámaras.La encuesta reveló que los presupuestos de los sistemas basados en IP eran siempre mas bajos y que la diferencia aumentaba con el número de cámaras.Con una oferta de 40 cámaras, el sistema basado en IP costaba un 16% menos que el analógico.
Menos cables es sinónimo de menos mantenimiento y el estándar abierto permite integrar funciones utilizando equipos de TI asequibles y disponibles para el gran público.