Nueva Normalidad ¿qué va a pasar? y ¿qué cambiará?

La situación global que vivimos es un momento de incertidumbre y sin lugar a dudas será el principio de una serie de transformaciones a las que, tanto en lo individual como en lo colectivo, tendremos que adaptarnos para retomar nuestras vidas. A este proceso lo estamos conociendo como “Nueva Normalidad”.

 

El confinamiento social y la suspensión de las actividades económicas fueron las primeras acciones de emergencia que se adoptaron para controlar la actual situación en la mayor parte del mundo, pero estas medidas no podían mantenerse de manera indefinida. Latinoamérica, como el resto del mundo comenzará a reabrirse, pero debemos tener claro que nuestra cotidianidad no volverá a ser la misma.

 

¿Qué va a pasar?

Mientras no exista una cura para y hasta que la humanidad logre la inmunidad a través de una vacuna o de manera natural, tendremos que aprender a vivir a tratar de evitar estos riesgos por todos los medios a nuestro alcance.

Por supuesto que esta “Nueva Normalidad” que orienta y dirige a toda la sociedad a adoptar cambios en su comportamiento para minimizar los niveles de contagio para los próximos años, trae consigo normas de distanciamiento social, tanto en lo personal como en lo empresarial que cambiarán –tal vez para siempre- nuestra forma de socializar y trabajar.

Un punto relevante a considerar es que sin lugar a dudas las medidas para la detección temprana y el consecuente aislamiento de pacientes afectados serán muy rigurosas y en este tema la tecnología de punta jugará un papel relevante.

 

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¿Qué cambia?

De acuerdo a los expertos, hay cinco principales áreas que experimentarán cambios profundos y se transformarán de cara a esta “Nueva Normalidad”: la convivencia y la socialización, el cuidado de la salud, el trabajo, la movilidad y hábitos de consumo.

 

Reactivación de la economía 

La etapa de confinamiento y suspensión de actividades económicas diseñada para contener los contagios en Latinoamérica nos cobra una factura que algunas estimaciones calculan en una caída del 4.6% del Producto Interno Bruto.

Ante estas cuantiosas pérdidas que resienten todos los mexicanos, el sector público y más específicamente el sector salud podrían ver la oportunidad de trascender la idea de entender la salud como un costo social, para ahora percibir y medir el valor de una población sana y productiva.

Otra de las realidades que esta etapa ha revelado es la importancia y el peso que tiene el sector privado como motor de la economía y generador de riqueza, así como el papel decisivo que tendrá en la reactivación económica.

Hay que decir que esta notoriedad del sector ha venido acompañada de una mirada crítica por parte de la sociedad que ahora también cuestiona y valora el impacto que tienen las empresas en el medio ambiente, su sustentabilidad a largo plazo, su responsabilidad social y su compromiso con clientes, accionistas, colaboradores, proveedores así como con la comunidad en la que desarrollan sus operaciones.

En este sentido, es relevante señalar que los tomadores de decisiones de las empresas también deberán transformar su visión actual que está centrada en atender las necesidades de sus clientes y ahora deberán adaptarse a esta etapa inédita que los llama a reinventar estrategias de negocios y nuevos modelos operativos que les permitan adaptarse a la “Nueva Normalidad” lo más rápido posible.

 

Soluciones inteligentes

En este orden de ideas, hay que señalar que la tecnología es un gran aliado que puede ayudar a organismos públicos, empresas y negocios a adaptarse de manera eficaz a esta “Nueva Normalidad”.

Por ejemplo, puede reforzar acciones como verificación del correcto lavado de manos a través de la utilización de un sistema bluetooth en combinación con una aplicación en el celular del usuario. Recordemos que el lavado de manos es una medida obligatoria incluida en el protocolo de bioseguridad para que las empresas puedan retomar labores y es la más económica y efectiva para prevenir la transmisión de enfermedades.

 

También los sistemas de videovigilancia en red pueden detectar el uso de tapabocas e impedir el acceso a quien no lo lleve puesto o bien, implementar sistemas de detección de tos a través de sistemas de audio en red para generar una alerta temprana.

 

Además, se pueden implementar sistemas de control de acceso que no requieran tocar superficies, entre muchas otras opciones tecnológicas que nuestros integradores profesionales puede ofrecer para generar soluciones inteligentes, acordes a las necesidades específicas y a la altura del gran reto que tenemos por delante.

 

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